Soldado español: «Nos dan comida con gusanos y encima tenemos que pagarla»

La moral de los soldados del Ejército español está por los suelos, ya que reciben una paga miserable y a menudo los alimentan con comida podrida que puede incluso contener gusanos y moho, escribe en su blog el teniente Luis Gonzalo Segura.

En su artículo ‘Los soldados no son perros ni los tenientes coroneles, marqueses’ el teniente Luis Gonzalo Segura hace hincapié en que las condiciones de vida en el Ejército de España son cada vez peores y que los alimentos que les suministran, que los militares deben pagar de su bolsillo, no son aptos para el consumo. Para evidenciar su declaración el oficial publica en su blog varias fotos de las raciones que le mandaron los miembros de una unidad de Infantería de Marina española. Los alimentos de las latas contienen gusanos y están cubiertos de moho.

Segura cita a uno de los marineros, quien afirma que los proveedores deliberadamente suministran a las unidades militares latas caducadas o a punto de caducar: «Nos dan comida caducada porque así pueden canjearla a coste cero como si se hubiera tirado, pero nos cobran 22 euros [28 dólares] al día por la comida». El bloguero señala que no se sabe a dónde va ese dinero. «Por el contrario, los soldados reciben ahora el mismo sueldo (unos 90 euros) por 40 días de maniobras que antes de la crisis por cinco días», afirma Segura.

Al mismo tiempo, los oficiales de alto rango se aprovechan de su posición para explotar a sus subordinados para fines personales, por ejemplo, «para que les reformen el chalet».

El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, argumenta que la crisis económica que azota España también afecta al sector militar para justificar medidas tan impopulares como que los soldados tengan que pagar por las raciones. Esta «medida excepcional» fue tomada por primera vez en 2001, cuando en España se abolió el servicio militar obligatorio, para mantener una política de Estado de bajo presupuesto.

Luis Gonzalo Segura es famoso por su crítica abierta al Ejército español, en el que según el reina la corrupción. Las publicaciones en su blog generalmente causan intensos debates, igual que su reciente libro, ‘Un paso al frente’, sobre las presuntas corruptelas en el seno las Fuerzas Armadas españolas, y cuya publicación le valió una pena de dos meses de prisión.