Australia procesa a la esposa del famoso yihadista que posó con cabezas humanas

Australia ha procesado a Fatima Elomar, esposa y madre de 4 hijos de uno de los yihadistas australianos más ‘mediático’, que combate en las filas del Estado Islamico en Siria y que se hizo famoso por posar con cabezas decapitadas.

Este martes tuvo lugar en Sidney la audiencia por el caso de Fatima Elomar, la esposa de Mohamed Elomar, un exboxeador australiano que cobró fama tras fotografiarse con cabezas cortadas, en calidad de miembro del Estado Islámico en Siria.

La mujer se halla procesada en Sidney acusada de apoyar las incursiones en un estado extranjero y de intentar participar en actividades hostiles. Elomar fue detenida al subir con sus cuatro hijos a un avión rumbo a Malasia el pasado mes de mayo. Según las imputaciones, llevaba consigo dinero y equipo de camuflaje para su marido en Siria, donde habría querido unirse con él. El Gobierno australiano cree que quiso abandonar el país.

La procesada esgrime que iba de vacaciones a Malasia con sus hijos, e insiste en que éstos ya han sufrido suficiente al verse privados de dichas vacaciones y ser interrogados por los agentes, y también al no poder regresar a su casa en la ciudad de Brisbane, donde van a la escuela. Elomar se encuentra en libertad bajo fianza pero tiene que permanecer en Sidney hasta el 16 de diciembre, fecha de su siguiente audiencia.

Elomar insiste en que el proceso contra ella es anticonstitucional y planea presentar un litigio contra el Gobierno de Australia, si bien no precisó cuando piensa hacerlo. Además, ha solicitado con éxito no tener que presentarse personalmente ante el tribunal, esgrimiendo que tiene un bebé que cuidar.

En los meses que pasaron desde la detención de su esposa, Mohamed Elomar se volvió aun más visible, posando con cabezas humanas para publicaciones en redes sociales, informa ‘Daily Mail’. Elomar es sobrino de otro acusado de terrorismo, también llamado Mohamed Elomar, que planeó ataques con bomba en territorio australiano en 2005, con la intención de chantajear al Gobierno para cambiar su política en el conflicto en Oriente Medio.