Científicos se asoman al ‘túnel luminoso’ de la muerte clínica

Científicos belgas afirman que la mayoría de personas que pasan por el trance de la muerte clínica conservan siempre emociones positivas, incluso si sufrió daños dolorosos.

Tras escuchar el relato de numerosos pacientes que superaron el trance de la muerte clínica y estudiar la actividad del cerebro en estado de inconsciencia, un grupo de científicos belgas han llegado a la conclusión de que la mayoría de los afectados conservan emociones luminosas y positivas mientras viven esta extraña experiencia, informa la revista ‘Frontiers in Human NeuroScience’.

Steven Laureys, neurobiólogo de la Universidad de Lieja, Bélgica, que trabaja con personas en coma o en estado vegetativo, emprendió la investigación después de que sus pacientes le empezaran a contar sus experiencias en estado de muerte clínica.

LEA TAMBIÉN: Escéptico neurocirujano después del coma: «Vi a Dios y el paraíso»

«Teniendo en cuenta la actividad anómala del cerebro durante una parada cardíaca o un trauma, los recuerdos resultaron muy ricos, y eso me intrigó mucho», cuenta el científico. Según algunas teorías, estas experiencias positivas se asocian con la limitación de oxígeno en el cerebro o el daño sufrido en zonas del cerebro que controlan las emociones.

El equipo de Laureys analizó 190 documentos sobre los recuerdos de pacientes que pasaron por el estado de muerte clínica, y concluyó que quienes pasan por este tipo de experiencias, sufrieron en su mayoría daños serios en la cabeza. A menudo eso pasa con personas que estuvieron a punto de ahogarse, añade el informe.

Entre todas las sensaciones destacan la calma, la tranquilidad, y también la sensación de la salida del cuerpo. Muy pocas veces los científicos se toparon con experiencias negativas y tampoco los pacientes parecen ver escenas relacionadas con su pasado o con su futuro, como suele ocurrir en las películas.

El equipo de Laureys quiere encontrar una explicación a este fenómeno, por lo que se propone escanear el cerebro de las personas en coma. El objetivo principal es entender qué procesos ocurren en el cerebro y desencadenan los recuerdos de la muerte clínica.