Los electores deberán decidir su voto entre la presidenta de la nación, Dilma Rousseff, quien busca su reelección por el Partido de los Trabajadores (PT) y el candidato Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Unos 142 millones de brasileños salieron este domingo a las urnas en la segunda vuelta de las elecciones para escoger al nuevo presidente del país y los gobernadores de 13 estados, más el Distrito federal de Brasilia.
Las más recientes encuestas revelan que la actual Presidenta es la favorita con una ventaja de seis puntos porcentuales sobre Neves.
Unos 450 mil centros electorales abrieron este domingo con unas 530 mil urnas electrónicas, y se prevé que cierren a las 17:00, con excepción de los estados del noreste, que finalizarán dos horas después.
Además del jefe de Estado, los electores deberán escoger a los gobernadores de Rio de Janeiro, Rio Grande do Sul, Acre, Amapá, Amazonas, Ceará, Goiás, Mato Grosso do Sul, Pará, Paraíba, Rio Grande do Norte, Rondonia, Roraima y del Distrito Federal de Brasilia.
En Brasil el voto es obligatorio para los mayores de 18 años y facultativo para los analfabetos, los jóvenes de entre 16 y 18 años de edad y los que tienen más de 70 años.
Rousseff vs. Neves
Los brasileños no solo elegirán entre dos candidatos, también deberán decidir entre dos modelos socioeconómicos distintos.
Dilma Rousseff sigue siendo la favorita para ganar gracias a los logros sociales durante su mandato, como la reducción de la pobreza, la generación de empleos y su lucha contra la discriminación y la corrupción. Además, con las gestiones del PT logró conseguir un gran apoyo político en toda América Latina.
De ganar Aécio las políticas económicas y los mecanismos de integración logrados por Rousseff estarían amenazados, debido a que éste propone la «evaluación» de las relaciones comerciales de Brasil, especialmente la posibilidad de establecer un acuerdo con Estados Unidos ya que lo considera un mercado relevante para la economía brasileña.