Los tratamientos con testosterona en varones mayores con niveles bajos de esta hormona pueden ver aumentado el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Los autores de la investigación han analizado los datos de más de 8.700 hombres con una edad promedia de 60 años que se sometieron a una angiografía coronaria en el Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos entre 2005 y 2011.
Tras estudiar sus historiales, los especialistas expresaron sus dudas sobre los diferentes geles de testosterona, parches o inyecciones que se comercializan en gran medida para combatir la falta de deseo sexual, la fatiga o debido a sus supuestos efectos anti-envejecimiento. Según este estudio, los hombres que se someten a estos tratamientos de testosterona son un 30% más propensos a sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral que los hombres con niveles bajos de esta hormona que no tomaron los suplementos.
Aunque la investigación no prueba que la testosterona cause ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o la muerte, unos de los autores principales de la investigación, Michael Ho, considera que se debe instar a los médicos y pacientes a discutir los riesgos y beneficios potenciales de la utilización de esos productos. Los investigadores no excluyen que la testosterona produzca la formación de coágulos de sangre y, por consiguiente, provoque problemas cardiacos.
Las ventas de suplementos de testosterona han aumentado en más de cinco veces en los últimos años en EE.UU., superando los 1.600 millones de dólares en 2011, precisa el estudio, que fue publicado este martes en la revista ‘Journal of the American Medical Association’.