Dos adolescentes de la minoría yazidí, que lograron escapar de las garras del Estado Islámico han puesto de manifiesto el horror de su captura y cautiverio.
Las jóvenes han confesado al portal ‘Global Post’ haber sido torturadas y obligadas a ver videos de decapitaciones de hombres de sus comunidades. Según ellas, algunas de las rehenes estaban tan traumatizadas por sus experiencias que intentaron suicidarse.
La terrible experiencia de una adolescente yazidí de 15 años, ‘Sara’, cuyo nombre ha sido cambiado por motivos de seguridad, comenzó en el pueblo de Sinjar (Irak) el 3 de agosto, cuando los combatientes del Estado Islámico tomaron el control de la aldea.
La joven junto con su madre, su hermano y su cuñada embarazada huyeron hacia las montañas, pero los terroristas los alcanzaron en una granja remota. Los islamistas separaron a las mujeres capturadas de los hombres, quienes fueron abatidos por fuego de ametralladora en una de las habitaciones.
Luego ‘Sara’ fue montada en una camioneta y llevada a la ciudad de Mosul, al igual que otros cientos de personas, con el objetivo de ser vendida.
«Tratábamos de hacernos ver feas. Algunas mujeres lloraban, gritaban o peleaban, pero esto no cambiaba nada. De todos modos se llevaron a todas. Una niña se ahorcó. Otra lo intentó, pero los guardias la detuvieron y la golpearon muy mal. Nadie más lo intentó después de eso», recuerda la chica. Posteriormente ‘Sara’ fue vendida a un «anciano gordo».
Para la muchacha una de las experiencias más traumáticas de su cautiverio fueron los videos de la decapitación de sus vecinos, que los militantes les obligaban ver. «Había tantas cabezas… y ellos nos preguntaban: ¿Conoces a este? y se reían», cuenta la joven.
Había tantas cabezas… y ellos nos preguntaban: ¿Conoces a este? y se reían
La historia de ‘Leila’, de 19 años de edad, anteriormente residente en la misma aldea de Sinjar es igualmente preocupante. Ella contó cómo su marido fue asesinado a tiros por los miembros del Estado Islámico junto con otras personas de su pueblo, incluyendo niños de apenas 14 años, después de tratar de escaparse de los yihadistas.
Al igual que ‘Sara’ la joven se vio obligada a montarse en una camioneta que la llevó a Mosul. Finalmente las niñas lograron escapar: ‘Leila’ antes de que fuera vendida, mientras los militantes dormían, y ‘Sara’ cuando sus dueños estaban en las oraciones del viernes.
De acuerdo con los datos de la Organización Fraternal Yazidí más de 12.000 representantes de esta minoría se encuentran actualmente en la lista de los desaparecidos: 5.000 mujeres y 7.000 hombres. Existe una información de que solo 49 personas han conseguido escapar del grupo yihadista, muchas han sido violadas y torturadas a manos de sus captores.