Una combinación "tóxica" de un endeudamiento récord y un crecimiento económico ralentizado son síntomas de la próxima crisis, opinan los economistas autores del anual Informe de Ginebra.
El 16º documento anual fue encargado por el Centro Internacional de Estudios Monetarios y Bancarios, y escrito por un grupo de economistas experimentados, entre ellos tres exdirigentes de los bancos centrales, informa 'Financial Times'.
Los economistas advierten de la importancia de la gestión de la deuda, que sigue creciendo en varias partes del mundo. Junto con el freno del crecimiento económico, también característico en la economía mundial, seguir con el endeudamiento sería un camino seguro hacia una nueva crisis global.
La tasa de endeudamiento en el mundo creció del 160% del producto interno bruto en 2001 hasta el 215% del PIB en 2013. "Al contario de la opinión popular, la deuda crece en vez de contraerse", indica el informe. A juicio del economista Luigi Buttiglione, uno de los autores del documento, "todas las denominadas economías milagro de los últimos años fracasaron debido al endeudamiento".
La solución para la crisis inminente sería ambigua, según los expertos. Por una parte, hay que asegurar el acceso a los recursos financieros para ayudar a crecer a las economías nacionales. Por otra parte, los recursos disponibles podrían llevar a aún más endeudamiento, lo que agravaría la situación.
Entonces, los gobiernos nacionales deberían ejercer medidas más directas para frenar el endeudamiento incontrolable y evitar el acercamiento al colapso, afirman los autores del Informe de Ginebra.