Una joven hincha captada por las cámaras cuando gritaba insultos racistas contra el portero del equipo rival durante la Copa de Brasil, ha sido despedida del trabajo, y su casa ha sido objeto de ataques.
En Brasil crece la polémica por la joven Patricia Moreira, de 23 años, hincha del equipo de fútbol Gremio de la ciudad de Porto Alegre que asistió el 28 de agosto el partido contra Santos y fue grabada por las cámaras cuando lanzaba insultos de carácter racista. Durante el partido, el portero de Santos, Aranha, se dirigió al árbitro para protestar los improperios provenientes de la afición rival, que le gritaban «macaco» (mono) y «negro».
Si bien en el video del partido se aprecia cómo los hinchas insultan a los jugadores, la ira popular se volcó contra Patricia Moreira, a quién enfocó la cámara en primer plano, hasta el punto de que su video se hizo viral y fue trasmitido por varias cadenas de la televisión brasileña.
La joven, que inmediatamente fue apodada como «la hincha racista de Gremio», fue objeto de numerosas amenazas en las redes sociales, lo que le obligó a cerrar sus cuentas. Además de ser despedida de su trabajo, en un centro médico dental de una brigada militar, tuvo que presentarse ante la Justicia, junto con otro cinco hinchas acusados de racismo.
La joven también tuvo que abandonar su casa, que en su ausencia fue apedreada y objeto de un intento de incendio, aunque no resultó gravemente dañada, informa ‘Folha de S.Paulo’. Esto último ocurrió después de que la joven se disculpara este jueves en televisión ante unos 30 periodistas, llorando y afirmando que no albergaba sentimientos racistas y que se dejó llevar por la pasión del momento al ver que su equipo perdía. El portero insultado aceptó sus disculpas, pero rechazó encontrarse personalmente con ella, algo que ella le había pedido.
En Brasil crece la polémica por la joven Patricia Moreira, de 23 años, hincha del equipo de fútbol Gremio de la ciudad de Porto Alegre que asistió el 28 de agosto el partido contra Santos y fue grabada por las cámaras cuando lanzaba insultos de carácter racista. Durante el partido, el portero de Santos, Aranha, se dirigió al árbitro para protestar los improperios provenientes de la afición rival, que le gritaban «macaco» (mono) y «negro».
Si bien en el video del partido se aprecia cómo los hinchas insultan a los jugadores, la ira popular se volcó contra Patricia Moreira, a quién enfocó la cámara en primer plano, hasta el punto de que su video se hizo viral y fue trasmitido por varias cadenas de la televisión brasileña.
La joven, que inmediatamente fue apodada como «la hincha racista de Gremio», fue objeto de numerosas amenazas en las redes sociales, lo que le obligó a cerrar sus cuentas. Además de ser despedida de su trabajo, en un centro médico dental de una brigada militar, tuvo que presentarse ante la Justicia, junto con otro cinco hinchas acusados de racismo.
La joven también tuvo que abandonar su casa, que en su ausencia fue apedreada y objeto de un intento de incendio, aunque no resultó gravemente dañada, informa ‘Folha de S.Paulo’. Esto último ocurrió después de que la joven se disculpara este jueves en televisión ante unos 30 periodistas, llorando y afirmando que no albergaba sentimientos racistas y que se dejó llevar por la pasión del momento al ver que su equipo perdía. El portero insultado aceptó sus disculpas, pero rechazó encontrarse personalmente con ella, algo que ella le había pedido.
Patricia Moreira fue amenazada en particular por los hinchas de su propio equipo, ya que éste fue multado con 50.000 reales (22.700 dólares) y expulsado de la Copa de Brasil, precisamente por el comportamiento racista de sus aficionados. No obstante, la decisión aún puede ser impugnada, según los medios locales.