Klaus Zapf, el millonario alemán que rehusó los atributos de la riqueza, murió de un infarto a los 62 años de edad.
Zapf hizo su fortuna en el negocio de las mudanzas como fundador y copropietario de una de las compañías de transportes más grandes de Europa.
Adquirió una legendaria reputación por vivir en condiciones muy por debajo de sus recursos económicos y se hizo famoso por costumbres como recoger botellas reciclables por la noche.
