Profesores españoles exigen romper lazos académicos con Israel

Más de mil doscientos educadores e investigadores españoles se han unido a la campaña internacional BDS, que busca suspender las relaciones institucionales con el sector académico israelí hasta que el conflicto en Gaza no sea resuelto.

La campaña internacional BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) a Israel es una iniciativa que pretende sancionar a Israel por la ocupación de Palestina. La campaña comprende los ámbitos económico, político, educativo y cultural.

BDS se ha propuesto ahora como objetivo lograr que las instituciones académicas del mundo rompan su relación con el sector académico israelí. Hasta el momento ha recibido el apoyo de 150 profesores universitarios, 850 maestros y 200 investigadores españoles, además de 52 asociaciones vinculadas al sector educativo.

Los activistas también anunciaron que BDS respaldará a otras iniciativas independientes registradas en prestigiosas universidades españolas como la Universidad Central de Cataluña y la Universidad de Málaga, donde hay grupos que quieren romper sus vínculos con las universidades de Haifa y Tel Aviv. Es preciso destacar que cuatro asociaciones académicas estadounidenses sumaron su apoyo el año pasado, e incluso el reconocido físico Stephen Hawking, ganador del Premio Nobel de Paz, se unió a la campaña.

Hasta el momento, Cataluña es la región con mayor participación de España al aportar el 40% del total de las firmas. Un dato sorprendente si se considera que la Generalidad de Cataluña parece considerar a Israel como un potencial socio estratégico, evidenciado por el acuerdo firmado en noviembre pasado, cuando una delegación integrada por empresarios, consejeros y directores de varios centros de investigación catalanes visitaron Israel para buscar mejorar las relaciones económicas e institucionales.

Asimismo, respaldando los esfuerzos de BDS, la Unión Europea acordó un boicot de facto a toda colaboración con centros de investigación y universidades israelíes situadas en los territorios palestinos ocupados.

Para los simpatizantes de BDS su campaña es un ejemplo de cómo se puede establecer una estrategia pacífica liderada por civiles, respetando las leyes internacionales y los derechos humanos. Ello permite obtener un apoyo sincero de personas e instituciones y generar cambios significativos en la sociedad.