En una entrevista concedida a los canales de televisión estadounidenses ABC y Fusion, Obama indicó que es necesario asegurarse de que las capacidades técnicas de las que dispone la agencia para llevar a cabo la vigilancia y la interceptación de la información se mantienen bajo un control adecuado.
«Las operaciones en el campo de la seguridad nacional, por lo general sirven a unos propósitos: garantizar que los estadounidenses no están en peligro y que yo tomo las decisiones correctas. Soy el último consumidor de la información de inteligencia recogida como resultado de estas operaciones», afirmó Obama citado por la agencia rusa Itar-Tass.
«Dirigimos su curso, pero, como hemos visto en los últimos años [la NSA] sigue desarrollando su potencial y ampliando sus actividades, por lo que ahora empiezo estas inspecciones para determinar si [sus agentes] hacen algo solo porque lo pueden hacer», aseguró el mandatario estadounidense.
«Examinamos cuidadosamente cómo nuestras agencias de inteligencia trabajan en el extranjero. Hay reglas muy estrictas sobre lo que podemos hacer dentro del país, y las revelaciones [del excolaborador de la CIA Edward Snowden] provocaron la aparición de una serie de cuestiones», dijo Obama.
El presidente de EE.UU. subrayó que «en lo que se refiere al trabajo de los agentes de inteligencia en el extranjero, existen menos restricciones» y agregó que «es importante asegurarse de que con el avance de la tecnología y el aumento significativo de las capacidades de inteligencia actuamos correctamente y de acuerdo con nuestros valores».
Sin embargo, Obama se negó a desvelar si era consciente del hecho de que los empleados de la NSA espiaron comunicaciones telefónicas de la canciller alemana, Angela Merkel, explicando que la información al respecto es confidencial.