El Papa Francisco pidió a los líderes mundiales el jueves que ayuden a terminar con la crisis en el norte de Irak, tras un avance de los militantes radicales islámicos que obligó a miles de residentes de la mayor localidad cristiana del país a huir de sus hogares.
«Su Santidad dirige un pedido urgente a la comunidad internacional para que tome acciones para poner fin a la tragedia humanitaria», dijo el Vaticano en un comunicado.
La San Sede agregó que es necesario «actuar y proteger a los afectados o amenazados por la violencia y suministrar ayuda, especialmente para las necesidades más urgentes de quienes se han visto obligados a huir y quienes dependen de la solidaridad de otros».
ROMA (Reuters)