Unos 85 soldados perecieron en una emboscada cerca de un cuartel en las afueras de la ciudad septentrional de Al Raqa, feudo del EI.
«Se desconoce que le ha ocurrido a unos 200 soldados más», agregó el OSDH, quienes a su vez afirmaron que el ejército se retiró en la noche del viernes y los combates se suspendieron.
Sobre el total de 85, al menos 50 soldados sirios habían muerto el viernes en una emboscada de los yihadistas, cuando los militares efectuaban un repliegue táctico de esta posición en la provincia de Raqa (norte), escenario desde el jueves de combates de una violencia sin precedentes entre los dos bandos.
También se registraron choques en la ciudad de Alepo (noroeste), en los alrededores de su cárcel central, donde el Ejército rompió a finales de mayo un cerco de terroristas que duró más de 13 meses.
En esta zona se enfrentaron el Frente al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria- junto con el Ejército de los Inmigrantes y los Aliados, a las fuerzas del Gobierno sirio, apoyadas por integrantes del grupo chií libanés Hizbulá.
El Ejército de los Inmigrantes y los Aliados, de reciente creación, se presentó hoy en un comunicado como «un frente islamista independiente que tiene como objetivo aplicar la sharía (ley islámica) en todos los ámbitos de la vida».
En las últimas horas los terroristas derribaron un helicóptero militar sobre el campamento de Al Nairab en Alepo, controlado por el gobierno sirio, en un incidente que provocó la muerte a los cinco tripulantes, y la accidental de una niña.