Estos datos salen a la luz tras una investigación a fondo de Reuters que pone al descubierto las condiciones de trabajo extremadamente pésimas de trabajadores que están lidiando con las secuelas del accidente nuclear de Fukushima.
Los periodistas descubrieron que las personas empleadas en actividades de descontaminación estaban trabajando para subcontratistas de Tepco, empresa propietaria de la central nuclear de Fukushima. Según fuentes policiales, algunas de esas empresas están vinculadas con la organización criminal japonesa de los Yakuza.
A personas que deben dinero a dicha mafia se les ofreció trabajo para que paguen directamente sus deudas con su mano de obra. No obstante, los salarios son un tercio debajo de la media nacional. Las personas que fueron contratadas para medir los niveles de radiación se encontraron en la ‘zona cero’ con equipos de protección insuficientes y expuestos a niveles peligrosamente altos de radiación.
Muchas de las subcontratistas de Tepco, alrededor de 800 empresas, no están registradas y están utilizando a trabajadores no cualificados de barrios pobres de Tokio y Osaka.