«Ucrania se ha convertido en el yunque donde se forja la nueva Guerra Fría», cree el senador estadounidense Tom Hayden. Según él, EE.UU. no tiene nada que ofrecer como alternativa a esta Guerra Fría.
La nueva Guerra Fría comenzó cuando los estrategas occidentales materializaron su deseo de expandir su esfera de influencia hacia el este, a través de Ucrania, en dirección a las fronteras de Rusia, escribe Hayden en su artículo, publicado por el semanario ‘The Nation’. Pero en su ímpetu los autores ignoraron dos realidades importantes, indica el senador: la primera es que Ucrania oriental está habitada por millones de personas que se identifican con la lengua rusa, la cultura rusa y la orientación política prorrusa; y la segunda es que estos autores suponían que a Rusia le faltarían la voluntad y la capacidad para defenderse después de la desintegración de la URSS.
Planteo un objetivo para los políticos progresistas: construir una alternativa convincente para el modelo de la Guerra Fría
Según su punto de vista, Occidente sigue avanzando en dirección a un empeoramiento de la nueva Guerra Fría, mientras que las Fuerzas Armadas de Ucrania están dispuestas a aproximarse a las fronteras de Rusia si no se les detiene. «Y nadie se pregunta cuál es el papel de los asesores o militares occidentales en el Ejército ucraniano», se asombra el senador estadounidense.
Advierte a sus compatriotas que EE.UU. corre el riesgo de encontrarse «entre dos fuegos»: Rusia y China. «Planteo un objetivo para los políticos progresistas: construir una alternativa convincente para el modelo de la Guerra Fría en una situación en la que una gran parte del mundo está deslizándose hacia una nueva Edad Oscura de la lucha de clases, la crisis climática y el fundamentalismo religioso que aparece en muchos continentes».