Las sanciones contra un Estado nunca han tenido sentido, dijo el presidente de la República Checa, Milos Zeman, comentando las últimas sanciones contra Rusia.
Zeman explicó que son los ciudadanos de a pie los que sufren las efectos de las sanciones, no los representantes de las altas esferas del Estado.
«Las sanciones contra Cuba han sido vigentes durante 40 años, y todos estos 40 años Fidel Castro ha continuado siendo el jefe de Estado», recordó el presidente checo, citado por RIA Novosti.
Según la revista estadounidense ‘The National Interest’, las nuevas sanciones contra Rusia no tendrán consecuencias catastróficas para la economía del país, y al mismo tiempo Washington corre un gran riesgo aumentando la presión contra Moscú.
Los periodistas recuerdan que las sanciones casi no afectan uno de los sectores clave de la economía rusa, la energía. Por ejemplo, EE.UU. decidió tomar medidas en contra de uno de los mayores bancos de Rusia, Gazprombank, pero no ha incluido a Gazprom en la lista de sanciones.
«Al parecer, EE.UU. aún no está listo para sacrificar su bienestar económico para defender su posición sobre la crisis ucraniana. Lo que está ocurriendo puede considerarse un análogo económico a los ataques con aviones no tripulados. Se trata de medidas puntuales que no suponen ningún riesgo para la persona que ataca, pero que tampoco pueden cambiar de manera significativa el curso general de los acontecimientos», escribe ‘The National Interest’.
A pesar de la presión por parte de EE.UU., la UE no está dispuesta a aplicar contra Rusia sanciones «de tercera fase», es decir, contra sectores enteros de la economía rusa, pues corre el riesgo de destruir la cooperación con Moscú, informó ‘Independent’. Según este diario, Francia y Alemania han mostrado reticencia e intentos de suavizar las sanciones propuestas por EE.UU. y el Reino Unido, ya que son más dependientes del comercio con Rusia.