El Gobierno de Nicaragua condenó este domingo lo que calificaron como «cobarde masacre», al asesinar a cinco mujeres y jovenes cuando regresaban a sus casas luego de festejar en la capital del país, los 35 años de la Revolución Sandinista.
La Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía y esposa del presidente Daniel Ortega, Rosario Murillo, condenó en nombre de todo el pueblo nicaragüense, el ataque de este sábado y manifestó que este lunes se realizará un acto litúrgico en honor a las víctimas de este atentado contra la paz de Nicaragua.
El asesinato de estas personas ocurrió en dos lugares del departamento de Matagalpa, uno a la altura del kilómetro 75 de la carretera norte en el sector de Puertas Viejas, y el otro en la carretera El Jobo-San Ramón.
Murillo explicó que además de los cinco muertos hay otra gran cantidad de heridos, todos ellos provenientes de los departamentos de Estelí y Matagalpa.
Las víctimas, que viajaban la noche del sábado de Managua a sus lugares de origen, fueron atacadas por hombres armados que dispararon contra dos caravanas de autobuses, una en el sector conocido como Las Calabazas, a 74 km al norte de Managua, donde perecieron cuatro personas y otra en San Ramón, en el departamento de Matagalpa, a 140 km al norte de la capital, donde murió la quinta víctima.
Los simpatizantes sandinistas regresaban a sus comunidades tras participar en Managua en un multitudinario festejo por el 35 aniversario de la revolución sandinista que puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza.
Indignación
El secretario político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el departamento de Estelí, Francisco Valenzuela, calificó el hecho de «una masacre». «Es una cobardía ensañarse con jóvenes, niños, con mujeres, que viajaban felices de una fiesta nacional», subrayó.
La Conferencia Episcopal también condenó el ataque armado y pidió que «erradiquemos de una vez para siempre la intolerancia y la fuerza de la violencia de entre los nicaragüenses».