Los senadores Lindsey Graham y John McCain hablaron este domingo sobre los miles de jóvenes que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos y sobre la idea de repatriarlos a su país de origen como método de disuasión para otros inmigrantes.
El actual senador de Estados Unidos para Carolina del Sur, Lindsay Graham, dijo que la Administración de Obama debe ser clara respecto a su política de inmigración, ya que los niños que entran solos a Estados Unidos a través de México no deberían tener ninguna esperanza de quedarse.
En el programa de noticias de la CBS ‘Face The Nation’ Graham reconoció que se trata de un problema humanitario, pero recordó que no está relacionado con la reforma de la ley la inmigración, sino que es un problema que tiene su origen en la impresión de que las personas que entran a Estados Unidos pueden quedarse en el país.
Graham dijo: «Debemos cambiar esta impresión de la mentalidad de la gente, hay que enviar a estos jóvenes de vuelta a casa y decirles a sus países que, si no los cuidan ni los acogen, nosotros cortaremos todas sus ayudas».
El actual senador de Estados Unidos para Arizona, John McCain, acompañando en la entrevista al senador Graham, dijo que cualquiera que busque asilo debería acudir antes a las embajadas y consulados estadounidenses en vez de dirigirse a la frontera de Estados Unidos.
Por otro lado, el representante del estado fronterizo de Texas, Henry Roberto Cuéllar, declaró en un programa de la CNN que hay un gran problema. Argumentó que la actual Administración falló a la hora de anticiparse a esta crisis tan predecible y que se encuentra «un paso por detrás» para poder resolverla. «Nuestros centros de inmigración están abarrotados. No hay centros de detención suficientes… Este es el problema al que nos tenemos que enfrentar», dijo Cuéllar.
Graham y McCain, férreos defensores de la reforma de la inmigración, aseguran que harán todo lo posible para que esta se lleve a cabo, a pesar de las discusiones internas dentro del propio Partido Republicano y de los cambios que está realizando el actual presidente demócrata, Barack Obama. «Es muy difícil para nosotros trabajar con él, porque está cambiando todas las leyes que no le gustan, incluyendo la de inmigración» dijo Graham.