El ejército iraquí envió tanques y vehículos blindados para tratar de recuperar la ciudad de Tikrit, en el segundo día de una gran contraofensiva contra militantes del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL).
El ISIL se declaró un «califato» y llamó a grupos de todo el mundo a comprometer su lealtad, lo que según analistas es un desafío directo a al Qaeda y a los gobernantes del Golfo Pérsico.
Tropas respaldadas por helicópteros iniciaron el sábado el asalto a Tikrit para tratar de recuperarla de manos de los insurgentes que ya están a corta distancia de Bagdad (capital).
El Ejército envió tanques y helicópteros a combatir a los militantes de ISIL cerca de la Universidad de Tikrit en el norte de la ciudad, dijeron fuentes de seguridad.
La agrupación se rebautizó como un «Estado Islámico» y declaró a su líder Abu Bakr al-Baghadi como «califa» o jefe de Estado.
«Él es el imán y califa de los musulmanes en todas partes», dijo el portavoz del grupo, Abu Muhammad al-Adnani, en un comunicado traducido a varias lenguas y en un audio en árabe.
Rusia apoyó este domingo la ofensiva iraquí con 10 aviones de combate rusos Su-24 que llegaron a Irak, según informó el Ministerio de Defensa del país.
El Ministerio de Defensa de Irak anunció que este domingo capturó a nueve miembros de un grupo que tenía planes de perpetrar ataques terroristas durante el Ramadán, e incautó un alijo de municiones y armas en una mezquita de Bagdad, mientras en el distrito sur de Madain un policía murió por disparos de desconocidos.