Los integrantes del grupo yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) han ejecutado y crucificado en público a nueve personas en la provincia siria de Alepo.
Uno de los ejecutados era un miembro del propio movimiento extremista al que castigaron por corrupción.
Los ocho restantes pertenecían a un grupo insurgente rival y fueron acusados de ser demasiado moderados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización de monitoreo con sede en Londres, afirmó citando a sus fuentes en Siria, que las crucifixiones se realizaron en la plaza principal de Deir Hafer, una de las localidades de la mencionada provincia.
Los cuerpos permanecerán expuestos al público durante tres días, según la organización citada por la agencia Reuters.
El EIIL, un grupo con vínculos con Al Qaeda, ha capturado varios territorios en ambos lados de la frontera entre Siria e Irak y está avanzando hacia Bagdad.
Se caracteriza por una brutalidad extrema y una radical interpretación del Corán.
Se cree que la milicia del EIIL controla 2.000 millones de dólares y está integrada por 10.000 combatientes, lo que permite a este grupo enfrentarse con éxito contra el Ejército iraquí.
Actualmente tienen bajo su control una región que se extiende desde Alepo, en el norte de Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar, en Irak.