La empresa estatal ucraniana especializada en la compraventa de gas, Naftogaz, desde el 2013 tenía preparado el bosquejo del robo del hidrocarburo ruso, que va a aplicar ahora. Lo evidencian los documentos financieros elaborados en aquel entonces.
Según informa el portal ruso ‘Vestifinance’, a mediados del año pasado el plan financiero de Naftogaz lo dejaba claro: habría serias dificultades para abonar el gas ruso suministrado. En caso de transferencia al sistema de prepago, en la que insistía Gazprom como una opción estipulada dentro del contrato, la compañía volvería a consumir parte del gas destinado a Europa.
El plan financiero para el año 2013 fue elaborado a partir de unas condiciones poco reales, por lo que no podía ser puesto en práctica. Sobre ello advirtió el periódico ‘Ekonomícheskaya pravda’ (‘Verdad económica’) el 22 de mayo de 2013. La documentación interna de Naftogaz evidenció que durante la formación del plan habían sido manejados distintos cálculos de predicción dentro de unos mismos índices.
En particular, el plan financiero estableció el total de compras de gas por la empresa en unos 27.000 millones de metros cúbicos con el precio medio de 414 dólares por 1.000 metros cúbicos. Al mismo tiempo en el pronóstico de balance de llegadas y distribución para el 2013 se planteó comprar a Rusia 16.000 millones de metros cúbicos de gas, mientras que otros 6.000 llegarían a través de un intermediador (la montante sería de 22.000 millones).
La situación estaba agravada con la falta de reservas en el Banco de Ucrania: un hecho que imposibilitó ya en el segundo trimestre del 2013 la compra del hidrocarburo a Gazprom por Naftogaz. Debido a esa desventaja la empresa del sector petroquímico Ostchem, que pertenece al magnate ucraniano Dmitri Firtash, se ocupó de los suministros de gas a las plantas más grandes de Ucrania.
Esta maniobra presentaba una infracción del contrato que Naftogaz tenía con Gazprom y suponía la aplicación por el suministrador de enormes multas por el consumo insuficiente. El volumen de gas no reclamado por Ucrania oscilaba entre 3.600 y 5.600 millones de metros cúbicos, y se disparó hasta los 16.600 millones en 2012 y hasta 28.700 millones en 2013.
Y eso que el plan financiero del 2013 todavía tenía previsto asignar a pérdidas 6.400 millones de metros cúbicos de gas destinados a las calderas responsables por la calefacción en el fondo de viviendas. La mitad de esas pérdidas iba a ser refinanciada a cuenta de la emisión de bonos estatales y el resto con las subvenciones directas de la bolsa, vacía en aquel período, igual que ahora.