La policía en la ciudad de Santa Rosa, en el norte de c, Estados Unidos, disparó y mató a un niño de 13 años que cargaba una imitación de rifle de asalto.
El padre de la víctima, Rodrigo López, ha explicado que su hijo, Andy, llevaba una arma de juguete de un amigo.
Según el teniente Dennis O'Leary, le ordenaron repetidas veces que soltara lo que suponían era un arma de verdad antes de dispararle varias veces. Tras los disparos, el menor cayó encima del arma, por lo que los agentes le pidieron que se alejara, al no hacerlo, procedieron a esposarle.
Fue entonces, según el teniente, cuando se dieron cuenta de que no se movía. El menor fue atendido en el lugar de los hechos pero sólo se pudo confirmar su muerte.