«Sería como una prótesis: en vez de mover el brazo, manejas la memoria», explica el neurólogo Joseph LeDoux a ‘MIT Technology Review’. Las posibilidades de influir la memoria humana cogen fuerza en la comunidad científica.
«Puede que vivamos una especie de siglo de oro en lo que se refiere a los estudios de la memoria, ya que os investigadores abordan preguntas polémicas como qué es la memoria y cómo se puede manipular» escribe ‘MIT Technology Review’. Así, mientras algunos científicos buscan el modo de mejorar la memoria o de ayudar a las personas con demencia recuperarla, otros experimentan con el cerebro para borrar ciertas memorias o, al contrario, implantar memorias falsas.
«DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EE.UU.) centra sus esfuerzos en desarrollar tecnologías de este tipo», afirma en su entrevista LeDoux, que se dedica a estudiar la relación entre los procesos cerebrales y las emociones.
«Lo que quieren hacer es implantar chips en el cerebro. Sería como una prótesis, pero en vez de mover el brazo, se maneja la memoria. No sé cómo lo lograrían», se pregunta.
La posibilidad de manejar la memoria podría permitir curar enfermedades mentales, adicciones o depresiones, o incluso «crear monstruos sin miedo», señala LeDoux, que lleva décadas investigando cómo los procesos en el cerebro generan emociones y cómo la influencia en las emociones puede afectar la memoria.