La cancillería rusa ha expresado que la muerte de los periodistas rusos ha vuelto a demostrar «la naturaleza criminal de las fuerzas que están llevando a cabo la operación de castigo en el este de Ucrania, que sigue cobrándose vidas de civiles».
A juicio del organismo, Kiev y diferentes formaciones de combate, «que han desatado un verdadero terror contra los periodistas rusos», tienen miedo a la verdad sobre los acontecimientos en Ucrania que cuentan los trabajadores de los medios rusos.
La cancillería rusa ha exhortado a Kiev a investigar esta tragedia y a castigar a los culpables, al tiempo que expresó que está esperanzada en que los medios internacionales condenen un crimen más de las fuerzas ucranianas.
El propio canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha subrayado que la muerte de los periodistas es otra señal para aquellos «que esperan conseguir la victoria militar en el sureste de Ucrania y la limpieza del territorio».
«Este caso lanza una fuerte señal a los anfitriones occidentales de Kiev para que dejen de apoyar ciegamente las acciones de violencia y obliguen a las autoridades de Kiev a cumplir con lo prometido por el presidente Poroshenko: iniciar un verdadero dialogo nacional con la participación de los regiones sobre el futuro de este país,» dijo Lavrov.
El canciller ruso subrayó que, de hecho, en vez de un diálogo nacional ahora Kiev promete anunciar una paz temporal para que los así llamados ‘separatistas’ puedan abandonar el país. «Ya no es un dialogo nacional, no es un diálogo con la participación de las regiones. De hecho es una limpieza étnica,» dijo.
Este martes en la afueras de Lugansk fallecieron el corresponsal especial y el técnico del sonido del canal ruso VGTRK durante un bombardeo del Ejército ucraniano.
