El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, instó a la comunidad internacional a prestar atención a las informaciones sobre el uso de bombas de fósforo blanco por las tropas de Ucrania durante la operación militar en el sureste del país.
«Hemos prestado atención a un nuevo aspecto preocupante relacionado con el presunto uso por parte del Ejército ucraniano de proyectiles de fósforo blanco durante los combates, y creemos que es necesario alertar a la comunidad internacional sobre la utilización de armas prohibidas», afirmó Churkin.
El 11 de junio, las autodefensas informaron que los militares ucranianos lanzaron bombas incendiarias contra zonas residenciales en las afueras de la ciudad de Slaviansk. Las armas explotaron en el aire dividiéndose en fragmentos ardientes.
Algunos representantes de la milicia sugirieron que se trata de bombas de fósforo blanco, armas prohibidas por las leyes internacionales.
En el ataque, que se prolongó durante cerca de una hora, se utilizaron también sistemas de lanzamisiles múltiples tipo Grad y morteros.
Las armas con fósforo blanco infligen heridas muy graves y causan dolor, un gran sufrimiento y una muerte lenta a sus víctimas. Este tipo de arma quema el cuerpo y disuelve la carne hasta el hueso. Su uso en zonas de población civil fue prohibido por una Convención de la ONU de 1980.