Tokio anunció la probación de un plan para derribar a cualquier avión no tripulado que entre en su espacio y que no responda a las advertencias. La retórica se agudizó tras la nueva ola de tensión entre China y Japón por su disputa territorial.
El Ministerio de Defensa de Japón recibió la aprobación del primer ministro, Shinzo Abe, acerca del programa para interceptar y derribar los aviones no tripulados extranjeros que ignoren las advertencias iniciales de no entrar en el espacio aéreo japonés, según la agencia japonesa Kyodo. Con esta iniciativa Japón muestra su disposición a responder de forma unilateral para proteger su soberanía e integridad territorial, subraya Tokio.
La medida se anuncia después de que el pasado 9 de septiembre se informara de que "un avión no identificado" apareció cerca de las islas en disputa Diaoyu (nombre chino para el archipiélago conocido en japonés como Senkaku) en el Mar Oriental de China. Posteriormente, se supo que el aparato era un avión no tripulado chino.
Entre tanto, el portavoz de la cancillería de China, Hua Chunying, subrayó que "desde hace un tiempo Japón está jugando deliberadamente con la denominada amenaza externa, y provoca tensión y enfrentamiento entre países de la región y utiliza esto como una excusa para la constante escalada militar".
En septiembre de 2012 Tokio compró las islas Senkaku a los entonces propietarios privados. Sin embargo, las islas son reclamadas por Pekín, lo que ha provocado un fuerte enfriamiento de las relaciones bilaterales. "Quiero reiterar que las Islas Diaoyu son parte integrante del territorio chino", enfatizó Hua, y agregó que China "responderá firmemente a cualquier provocación externa".