Un grupo de activistas en EE.UU. está intentado impedir que la Policía de Florida siga usando un dispositivo que simula una torre de telefonía móvil para interceptar los datos de los teléfonos de los ciudadanos, pero los federales frenan el proceso.
Una batalla legal está siendo emprendida por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles luego de acusar a los agentes del orden de Florida de usar una controvertida tecnología con un aparato conocido como ‘stingray’ que se puede llevar en la mano, montado en un vehículo o en un drone.
Según denuncia dicha organización de los derechos humanos, al emular a una torre de teléfono celular, el ‘stingray’ obliga a los teléfonos móviles a conectarse a él y no a las torres reales. No en vano los activistas han advertido que este aparato es capaz de recopilar información personal sobre el usuario del teléfono móvil, incluyendo los datos que se tengan guardados, así como su localización.
Por este motivo, este grupo de activistas solicitó en los registros públicos a principios de este año los documentos relacionados con el uso de dicha tecnología por parte de la Policía. Sin embargo, poco antes de que se los entregaran esta semana, el Cuerpo de Alguaciles de EE.UU. -que se encarga de la ejecución de las órdenes de las cortes federales- evitó que se apoderasen de los documentos. Según los funcionarios, ‘stingray’ fue utilizado como parte de una investigación iniciada por la Policía federal, afirmando que no tienen derecho a divulgar datos relacionados con la seguridad nacional.
La abogada de la organización, Nathan Freed Wessler, dijo a la revista ‘Wired’ que esta no era la primera vez que funcionarios federales han tratado de ocultar al público información sobre el programa de espionaje. Aunque los activistas argumentan que ‘stingray’ restringe la privacidad de las personas, desde el Gobierno aseguran que el dispositivo no recoge el contenido real de las llamadas telefónicas o mensajes de texto.