Una teoría sostiene que la vida tuvo su origen en algún lugar del cosmos, llegó en forma microbiana a la Tierra y luego evolucionó. Ahora, proponen hacer el proceso al revés: enviar un genoma humano a otro planeta e imprimir ahí una civilización.
La teoría conocida como panspermia propone que la vida no procede directa o exclusivamente de la Tierra, ya que llegó a nuestro planeta en forma microbiana con la ayuda de algún cuerpo celeste, como un asteroide o cometa. Pero, ¿podría ser posible el proceso contrario? Muchos científicos creen que sí es factible.
En una charla con la revista ‘Smithsonian Magazine’, el ingeniero de la NASA Adam Seltzner, que ha colaborado en grandes proyectos espaciales como el Curiosity, habló sobre el futuro de la exploración espacial. Y, aparte de reiterar la importancia de continuar con las exploraciones tripuladas, el experto habló de un método menos conocido de la exploración espacial: el envío de genoma humano a planetas lejanos donde el ADN sería como la semilla de la vida, recoge el diario británico ‘The Daily Mail’.
«Nuestra mejor apuesta para la exploración espacial podría ser imprimiendo seres humanos, de manera orgánica, en otro planeta», explicó Seltzner, agregando que «a lo mejor no colonizamos otros mundos con la ayuda de astronautas con trajes espaciales».
Lamentablemente imprimir un ser humano en otro planeta con la ayuda de algún dispositivo a partir de los datos genéticos enviados hasta ahí no son propuestas para llevarlas a cabo en la actualidad, apunta el portal Motherboard, debido a que esta idea necesita tener más conocimientos sobre las leyes de la física para realizar un viaje de grandes distancias, lo que podría tomar decenas o cientos de años más de investigación. Seltzner cree que para lograr tal objetivo es necesario buscar la manera de saltar a través del espacio-tiempo con los agujeros de gusano.
En sí, la idea de llevar vida a otro planeta no es nueva. En 2012 un grupo de científicos de la Universidad de Kyoto Sangyo, en Japón, discutieron la llamada ‘panspermia inversa’ que según sus estimaciones existe la posibilidad de que ya haya sucedido de forma accidental.
Muchos científicos, como el reconocido físico Stephen Hawking, consideran que la única manera de garantizar la supervivencia de la raza humana es colonizando otros planetas. El problema es que, de momento, no tenemos ni idea de cómo viajar con seguridad a Marte y mucho menos a un planeta habitable de nuestro vecindario cósmico.