Los casos de transportación de cocaína de los países de América Latina a EE.UU. salen a la luz con cierta frecuencia. ¿Para qué trafican la CIA y la DEA con drogas de Costa Rica, Panamá, El Salvador y otros países latinoamericanos?
En julio de este año una carga de cocaína con un peso de 24 toneladas fue transportada a bordo de la Fuerza Aérea de EE.UU. desde Costa Rica a Miami. Los funcionarios costarricenses se apresuraron a declarar que toneladas de cocaína fueron exportadas a EE.UU. debido a "una insuficiente capacidad de los hornos" que se usan para la quema de las drogas.
Sin embargo, no habría reservas acumuladas de cocaína si su destrucción se hubiera llevado a cabo regularmente. "Esta historia es muy similar a los escándalos de cocaína de los años 80 y 90, cuando EE.UU. transportaba alucinógenos a su territorio desde América Central y del Sur a través de los cárteles de la droga y bajo la supervisión constante de los servicios de inteligencia. Los ingresos recibidos por su venta se destinaban para adquirir armas que se entregaban a las fuerzas antigubernamentales. Una parte de los beneficios se enviaba a las cuentas bancarias de los cárteles de la droga, que recibían una mano libre para su negocio en el territorio de Estados Unidos", comenta el escritor y periodista Nil Nikándrov.
"Hay opiniones de que los narcodólares de Costa Rica y otros países se utilizan para realizar actividades subversivas en contra de los regímenes 'populistas', y financiar los grupos radicales de la oposición en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua", resume Nikándrov.
En septiembre un avión de Air France que partió del aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, aterrizó en París con 1,3 toneladas de cocaína distribuidas en una treintena de maletas, caso por el cual han sido detenidas en Venezuela 23 personas. "Dicen que detrás de esto está la mafia italiana. Todas esas mafias son 'panas' [amigos] de la DEA [Departamento antidroga], trabajan con la DEA, forman parte del sistema de trabajo de la DEA, todos los capos, los colombianos, los mexicanos, etc., es un gran negocio", declaró en aquel entonces el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Durante una reunión con la cúpula del Ejército de Venezuela a principios de octubre de este año, Maduro anunció que ha entrado en vigor la Ley de Control para la Defensa Integral del Espacio Aéreo con el fin de interceptar e inutilizar aviones que infrinjan las normas del espacio aéreo, lo que incluye a los aparatos vinculados al narcotráfico.
"Se están tomando las medidas correctivas, pero el narcotráfico tiene un gran poder y en muchos casos es utilizado por el sector este (DEA) que está montando expendientes contra el país, como una arma política para decir que es un narcoestado", señaló el mandatario venezolano.
"¿A dónde entran los millones de millones de millones de dólares de la droga, a qué banco? A los estadounidenses para mantener la economía de ese país, dicen que 500.000 millones de dólares al año (…) y nos va a acusar entonces la agencia de Estados Unidos de que un país como Venezuela que defiende todas sus fronteras, que eliminó el cultivo de drogas, que no produce drogas, que somos un narcoestado, si en algún lugar hay combatientes contra el mundo de la droga es aquí", aseguró.
"La indignación de Maduro es comprensible. En los últimos años, la DEA y la CIA han estado en varias ocasiones en el centro de los escándalos vinculados con las operaciones en los países y los políticos hostiles. La escala de estas operaciones es enorme: la DEA utiliza los métodos más sucios para reclutar agentes: chantaje, amenazas con represalia, falsificación de pruebas, castigos físicos a los que tienen la intención de denunciar a la DEA", revela el periodista Nil Nikándrov.
"En muchos países de América Latina la DEA dicta las 'reglas del juego' a las unidades nacionales de la lucha contra el narcotráfico. Por esta razón, la actividad de las oficinas de la DEA en varios países de América Latina ha sido cerrada, mientras que en otros se encuentra bajo la vigilancia secreta de las autoridades", añade.
Según Nikándrov, "de hecho la DEA es una organización criminal, que imita la lucha contra el narcotráfico y crea las condiciones necesarias para el dominio de EE.UU. en el tráfico mundial de drogas".
El periodista cree que la legalización de la marihuana en algunos estados de EE.UU. "es el primer paso camino a la liberalización de las drogas". En la prensa ya aparecen informes sobre la supuesta inocuidad de la cocaína, se la contrapone a la heroína y otras drogas. Nil Nikándov está seguro de que pronto veremos "iniciativas revolucionarias en el campo del negocio de la cocaína". En la actualidad, según evaluaciones de los expertos latinoamericanos, más del 60% de este negocio es controlado por la DEA. "Y los gobiernos de los países latinoamericanos entienden que en cualquier momento este 'compañero' puede dar un golpe por la espalda", dice Nikándrov.