Descubren una forma de controlar el movimiento de los icebergs

Un equipo de físicos ha descubierto una forma de aprovechar los gradientes de temperatura en los fluidos para propulsar una variedad de objetos. Una de las posibles aplicaciones de este mecanismo es influir en el movimiento de los icebergs.

El profesor de ingeniería mecánica Thomas Peacock, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, afirma que el hallazgo fue un resultado inesperado de un estudio sobre diversos efectos provocados por las diferencias de temperatura, como el modo en que los vientos se forman sobre los glaciares en un valle.

Uno de los experimentos de su investigación consistía en conseguir que un objeto se mantuviera inmóvil flotando en un tanque de agua mientras calentaba o enfriaba su superficie. La tarea no resultó nada fácil, ya que lo que el equipo quería lograr era que al calentar o enfriar un objeto en el agua no se produjeran ondas o movimientos.

«En virtud de la calefacción o el enfriamiento de la superficie de un objeto cambia la densidad de cualquier fluido próximo a esa superficie», explica Peacock, agregando que el fenómeno se aplica a cualquier situación en la que un objeto se sumerge en un líquido y su temperatura es diferente a la del fluido. Así, este experimento es el primero en demostrar que una diferencia en la temperatura entre la superficie de un objeto y el fluido circundante puede producir un movimiento, un efecto que podría tener una amplia repercusión en el mundo natural, así como en las tecnologías futuras.

El investigador recuerda que las ecuaciones básicas que rigen este fenómeno son bien conocidas desde hace más de 100 años, pero hasta el momento —sostiene— a nadie se le había ocurrido hacer este experimento. El físico espera que en el futuro, con la ayuda de este mecanismo, se puedan controlar las partículas que se mueven en los dispositivos de microfluidos, o incluso las rocas en las cámaras magmática subterráneas.