Los cuatro asesinos de Daniel Zamudio, el joven gay chileno que murió tras agonizar durante 24 días debido al ataque de la pandilla neonazi, fueron condenados por homicidio calificado. La paliza homofóbica se produjo en un parque del centro de Santiago de Chile, la madrugada del 3 de marzo del año pasado.
Después de un juicio oral que se extendió durante casi un mes, el tribunal determinó que los cuatro imputados en la muerte actuaron con alevosía, y que tres de ellos se ensañaron con la víctima de 24 años. El veredicto estableció que Zamudio "falleció producto de un traumatismo cráneo encefálico" y que no pudo "defenderse, ni oponer resistencia" al ataque.
Tras la lectura del fallo el próximo 28 de octubre se dictaminarán las sentencias definitivas con los años de cárcel que deberán cumplir los cuatro imputados por el caso: Patricio Ahumada (25 años de edad), Raúl López (25), Alejandro Angulo (26) y Fabián Mora (20). Antes del crimen, tres de los implicados ya contaban con un historial delictivo que, en conjunto, sumaba 38 causas policiales por ataques homofóbicos y xenófobos, hurtos, robos, desórdenes y riñas.
Teniendo en cuenta tales antecedentes y argumentando "crueldad extrema", la fiscalía pidió cadena perpetua para Ahumada, el líder de la banda, 15 años de cárcel para López y Angulo, y ocho para Mora, el único imputado sin antecedentes penales previos, quien aseguró que fue "obligado" a golpear a Zamudio.
En su declaración ante el tribunal durante la primera semana del juicio, Mora contó que sus compañeros trataron de "despertar con golpes en la cabeza" a la víctima cuando se dieron cuenta de su gravedad. Después de golpearlo con puñetazos, patadas y pedradas que le significaron una decena de huesos fracturados, a Zamudio le cortaron una oreja, lo quemaron con cigarrillos y marcaron su espalda y pecho con el símbolo de la esvástica que trazaron con un trozo de vidrio de una botella.