Rusia y China están planeando lanzar un diálogo bilateral de expertos sobre el proyecto Ruta de la Seda, el ferrocarril que unirá las principales regiones económicas de los dos países con el fin de mejorar la cooperación económica.
El subdirector del Instituto de Estudios del Lejano Oriente de Rusia, el doctor en economía Andréi Ostrovski, ha contado al portal analítico Pravda.ru que existen dos proyectos de este tipo, uno de los cuales es la Ruta de la Seda Marítima, que implica el desarrollo del océano Ártico. La Ruta de la Seda, por su parte, se materializará mediante un ferrocarril a través de Kazajistán y las ciudades rusas de Oremburgo, Kazán, Moscú, San Petersburgo y el resto de Europa. Según el experto, alrededor del proyecto debe centrarse una zona económica de desarrollo avanzado.
Cabe señalar que China ya cuenta con rutas de este tipo. Así, actualmente se puede viajar de Pekín a Shanghái en cinco horas y de Pekín a Cantón en ocho, en comparación con la duración repectiva de un día y dos días y medio que tenían estos trayectos anteriormente.
Actualmente, el volumen de la cooperación económica ruso-china no es muy elevado, y se estima en solo 88.000 millones de dólares. Sin embargo, la realización de este proyecto permitirá a los dos países desarrollar una colaboración más activa en este ámbito, lo que beneficiaría no solo a las zonas del Lejano Oriente y Siberia, sino también a la parte europea del país.
Ostrovski también opina que el uso de las tecnologías chinas permitirá impulsar el desarrollo de la economía rusa, teniendo en cuenta que China ocupa el segundo lugar en el mundo en términos de PIB, y el primer lugar en términos de comercio exterior.