La más alta instancia administrativa francesa suspendió el viernes una orden de prohibición del burkini adoptada por una localidad del litoral mediterráneo, porque no hay «riesgos probados» para el orden público.
Esta decisión, acogida positivamente por representantes del culto musulmán en Francia, debería sentar jurisprudencia para la treintena de municipios que emitieron órdenes similares contra el uso del traje de baño islámico que causaron una intensa polémica en Francia y en el extranjero.