La cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició este viernes en la capital polaca, Varsovia, con los 28 líderes de países miembros, quienes acordaron en su primer día establecer que cuatro batallones multinacionales sean estacionados en Polonia y los tres países Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) sobre una base rotatoria.
También anunciaron la salida de un sistema de defensa antimisiles desplegado en Europa en el nivel inicial de disponibilidad operacional.
La anexión de Crimea por Ruisa y su intervención en Ucrania ha posicionado a la Federación Rusa en el tema central de la OTAN, que considera al país euroasiático como una «amenaza». Por su parte, la reacción de la OTAN frente a Rusia ha estado plagada de gestos poco amistosos que han ido deteriorando la relación entre la Alianza y Moscú.
Los políticos rusos consideran la retórica de los participantes de la cumbre hacia Rusia como «agresiva», que devuelve las relaciones entre el país y el Occidente a los tiempos de la Guerra Fría.
El primer vicepresidente del Comité del Consejo de la Federación de Defensa y Seguridad de Rusia, Franz Klintsevich, catalogó las medidas acordadas como «una agresión a la Federación Rusa».
«La colocación de batallones de la OTAN en los países bálticos y Polonia, y el anuncio de que el sistema antimisil en Europa entra en el primer nivel operativo, si llamamos al pan, ‘pan’, esto es pura agresión», dijo. En su opinión «las decisiones de la OTAN tomadas hoy, tendrán un impacto muy negativo sobre la situación en el mundo en general».
El senador señaló que «la Cumbre de la OTAN sin más preámbulos elevó el grado de tensión casi al cielo», advirtiendo que «no excluyo que ahora puedan requerirse de 10 a 15 años, o incluso más, para devolver la paz mundial al estado de ayer».