Los homosexuales y otros grupos marginados por la Iglesia como los pobres y los explotados merecen una disculpa, afirmó el domingo el papa Francisco.
Al pontífice se le preguntó a bordo del avión rumbo a Roma tras un viaje a Armenia si estaba de acuerdo con uno de sus principales asesores, el cardenal alemán Karl Marx, que dijo durante una conferencia en Dublín en los días posteriores al letal ataque en Orlando dentro de un club gay que la Iglesia les debe una disculpa a los homosexuales por haberlos marginado.
Francisco respondió con una variante de su famoso comentario «¿Quién soy yo para juzgarlos?» y una repetición de la enseñanza de la Iglesia de que los gays no deben ser discriminados, sino tratados con respeto.