La policía de Bangladés anunció el lunes el arresto de unas 8,000 personas después del inicio de sus operaciones el viernes para frenar la ola de asesinatos contra miembros de minorías religiosas, intelectuales y defensores de la laicidad.
La primera ministra Sheikh Hasina prometió el sábado arrestar a «cada asesino» e intentar poner fin a esta serie de asesinatos que se ha acelerado durante las últimas semanas.
La portavoz de la policía, Kamrul Ahsan, indicó que 3.245 sospechosos fueron detenidos en las últimas 24 horas, ascendiendo a 8.192 el número de arrestos desde el inicio de la operación el viernes.
Durante los días precedentes a estos arrestos, cinco miembros del grupo yihadista Jamayetul Mujahideen Bangladesh (JMB), uno de los dos grupos acusados por las autoridades de la mayoría de los asesinatos, murieron durante un tiroteo con la policía.
Omar Faruq, presunto responsable del otro grupo Hizb ut Tahrir, es uno de los detenidos del lunes, según el jefe de policía del distrito de Chapai Nawabganj (norte).
«Es importante luchar contra los militantes sobre el terreno pero también es crucial conquistar los espíritus y los corazones de las personas para evitar que no se unan a ellos», indicó Hasan, de la University of Liberal Arts de Dacca, a la AFP.