En Oregón, Sanders logró el 53% de los votos, contra 47% de Clinton, quien aún es considerada la favorita en la disputa partidaria. En tanto, Sanders y Clinton estaban virtualmente empatados en el estado de Kentucky, con el 99% de los votos escrutados.
En Kentucky, Clinton aparece al frente de Sanders con una diferencia de medio punto porcentual, apenas un puñado de votos, dejando indefinida la disputa. Estos resultados mantienen a Clinton al frente en la carrera por la nominación, pero vuelve a mostrar la evidente división en el interior del electorado demócrata.