Una pequeña lluvia refresca al municipio de Nandaime, mientras el termómetro marcaba los 35 grados centígrados para una noche calurosa. A los pequeños productores se les abre la esperanza de poder preparar la tierra para el momento de la siembra.
Muchos están a la expectativa de los pronósticos del INETER, pero la lluvia que baña Nandaime ya genera confianza en muchos de los habitantes y productores.