Los guardacostas turcos interceptaron a unos 350 migrantes, repartidos en cinco embarcaciones, que intentaban llegar el domingo a la isla griega de Lesbos, informó la agencia de prensa Dogan.
Una patrulla detectó estas embarcaciones a unos siete kilómetros de la pequeña bahía de la ciudad de Dikili, en la provincia de Izmir (noroeste de Turquía), frente a la isla de Lesbos. Sus pasajeros, la mayoría birmanos, fueron reenviados a la costa turca y transferidos a un puesto de policía.
«Hay matanzas organizadas contra los musulmanes en nuestro país», dijo uno de los migrantes birmanos. «Por un lado, la presión, el peligro vital, y por el otro, la pobreza. Todo esto nos empuja a irnos», explicó.
En Birmania, país de mayoría budista, la minoría musulmana de los rohingyas es víctima de discriminaciones y de violencias intercomunitarias.
Desde la entrada en vigor hace una semana del acuerdo UE-Ankara, que prevé poder reenviar a Turquía todos los migrantes que lleguen a las islas griegas, el flujo de migrantes se redujo. De los miles diarios que eran antes, las autoridades griegas aseguraron el sábado que sólo 78 personas habían llegado el viernes y 161 el jueves.