El volcán de Fuego, 45 km al suroeste de la capital de Guatemala, disminuyó su actividad eruptiva, aunque las autoridades de protección civil decidieron este jueves mantener la alerta en un nivel menor.
«Se ha retornado a la alerta amarilla institucional (de prevención) por la disminución en la fase eruptiva del volcán desde la noche del miércoles y ahora se encuentra en parámetros normales», dijo a la AFP David de León, vocero de la estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
La entidad había decretado este miércoles alerta anaranjada (peligro) por el incremento en las explosiones y sismos del coloso de 3.763 metros de altura, ubicado en los departamentos de suroccidentales de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez.
El volcán expulsó columnas de ceniza que sobrepasaron los 2.000 metros sobre el cráter, explicó el funcionario.
Durante la erupción se reportó la caída de cenizas en comunidades rurales aledañas al volcán y los centros urbanos de los municipios de San Pedro Yepocapa de Chimaltenango y Santa Lucía Cotzumalguapa de Escuintla, sin realizarse evacuaciones.
En febrero de 2015, el volcán de Fuego registró una potente erupción que obligó a las autoridades a cerrar el aeropuerto de la capital por la lluvia de cenizas, que también afectó a la ciudad colonial de Antigua Guatemala.
Además del Fuego, en Guatemala están activos los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (sur), este último a 30 km de la capital.