En una medida sorpresiva después que Rusia movilizó su poderío militar en la península de Crimea, el nuevo gobierno de Ucrania ha apelado a los oligarcas en busca de ayuda, designándolos gobernadores en las regiones del este donde prevalece la lealtad a Moscú.
Con su riqueza, influencia y autointerés en prevenir más conflictos, los oligarcas podrían ser la clave para calmar tensiones y mantener el control de Ucrania en las áreas donde los activistas prorrusos han provocado tensiones separatistas.
Sin embargo, la decisión de designar a los hombres más ricos de la nación como administradores regionales conlleva riesgos. Algunos creen que los oligarcas, que tienen antecedentes de manipular gobiernos, podrían afianzarse en sus nuevos cargos y usarlos para provecho personal.
La medida inesperada provocó instantáneamente la ira del presidente ruso Vladimir Putin, quien calificó de «estafador» a uno de los oligarcas, Ihor Kolomoisky, el tercer hombre más rico de Ucrania.
«Designan a oligarcas, multimillonarios, como gobernadores de las regiones orientales», dijo Putin durante una conferencia de prensa esta semana. «Naturalmente la gente no lo acepta».
Según la ley ucraniana, los gobernadores son designados por el presidente de la nación en vez de ser elegidos por voto popular. Después que el presidente Viktor Yanukovich huyó el mes pasado a Rusia tras meses de protestas masivas contra su gobierno y enfrentamientos mortales con la policía, el presidente interino Oleksandr Turchinov despidió a los designados por Yanukovich y los reemplazó.
Para el director de un grupo de estudios de Kiev, la decisión de designar a los magnates fue una medida audaz.
«Es una solución creativa, que fue dictada por las circunstancias actuales», afirmó Ihor Burakovsky, del Instituto de Investigación Económica y Asesoramiento de Política. «Una situación revolucionaria requiere acciones revolucionarias».
KIEV, Ucrania (AP)