El mayor general del Ejército egipcio Ibrahim Abdel-Atti, jefe de un centro de oncología diagnóstica y terapéutica, declaró, que «con la ayuda de Alá y más de un 90% de recuperación» se las arregló para derrotar al SIDA y a la hepatitis C.
De acuerdo con un miembro del equipo de investigación del Ejército, el doctor Ihsan Hanfy Hussein, la terapia se basa en el llamado «dispositivo de recuperación completa», el cual recoge toda la sangre de un paciente, la trata «destruyendo la enfermedad» y la devuelve al paciente.
Dicho sea en otras palabras: una máquina que reemplaza la sangre contaminada por otra purificada es la creación ‘revolucionaria’ de los científicos de las Fuerzas Armadas egipcias para acabar con virus como el de la hepatitis C o el mismo VIH. Sin embargo, la descripción del artilugio que cura la potencialmente mortal enfermedad y los principios de su funcionamiento hasta ahora no han sido publicados en medios científicos.
Anteriormente el general Ibrahim Abdel-Atti, jefe del proyecto, fue citado por CNN diciendo: «Voy a extraer el SIDA del paciente y le alimentaré con medicamentos contra el SIDA. Le daré como pinchos de ‘kyufta’ [plato cárnico local hecho a la brasa]. Lo extraeré como una enfermedad y lo volveré a introducir en forma de medicamento. Este es el mejor tipo de descubrimiento científico».
De acuerdo con el procedimiento médico militar, la enfermedad se cura en 16 horas, aunque los militares no dan detalles de lo que sucede con los virus que permanecen en la sangre restante.
Las declaraciones de los militares ya han suscitado los comentarios del asesor científico del presidente de Egipto, Essam Heggy. Según el científico, estas declaraciones causan daño a la imagen de la ciencia y los científicos egipcios.
Se sabe que los medicamentos modernos contra el VIH no eliminan el virus sino que inhiben su reproducción. La hepatitis C también tiene una naturaleza viral. Egipto ocupa el primer lugar en el mundo en número de portadores de esta última enfermedad.
