La Iglesia Católica se mostró preocupada este jueves por el recrudecimiento de la violencia criminal en El Salvador, y exhortó a las autoridades a «no ceder» en el esfuerzo de proteger a la ciudadanía.
«El fenómeno de la delincuencia, los asesinatos, robos, extorsiones, violaciones y otros delitos, siguen llevando más luto y sufrimiento a las familias salvadoreñas, situación que empeora», señaló la Conferencia Episcopal (CEDES) en un comunicado.
Cifras oficiales indican que en 2015 se registraron en el país 6.657 homicidios (18,2 diarios), con lo que pasó a ser una de las naciones sin guerra más violentas del mundo, con un promedio de 104 homicidios por cada 100.000 habitantes.
La policía también ha indicado que durante el pasado mes de enero hubo 738 asesinatos en El Salvador.
Las autoridades señalan a las pandillas como las principales causantes de la violencia criminal y, según la CEDES, muchas veces el armamento que poseen esas agrupaciones delincuenciales supera en poder de fuego a la policía.
«Condenamos el perverso comercio de armas y municiones que alimenta el crimen y sigue desangrando al noble pueblo salvadoreño», agregó la Conferencia Episcopal, que llamó a las autoridades de seguridad «a no ceder en el esfuerzo» de garantizar la seguridad de la población.
En El Salvador las pandillas, según estimaciones de las autoridades, cuentan con unos 72.000 miembros, de los cuales 13.000 están encarcelados.