El capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, capturado el sábado tras años de traficar cientos de toneladas de drogas, logró el martes que un juzgado local le concediera un amparo que evita temporalmente su eventual extradición a Estados Unidos.
Guzmán, que escapó de un penal de máxima seguridad en el 2001, fue atrapado en su natal estado de Sinaloa, cuna del cártel del mismo nombre, que el líder narco convirtió en un imperio de las drogas con ramificaciones en todo el mundo.
«Mientras la jueza conoce el desahogo de este juicio (de amparo) no lo pueden extraditar. No sabemos cuánto tiempo pueda durar eso», dijo a Reuters una fuente judicial que prefirió el anonimato sobre la decisión tomada el martes por una jueza.
En el pasado y debido a la extendida corrupción policíaca en México, narcotraficantes importantes continuaban dirigiendo sus negocios desde la cárcel o, como el caso de Guzmán, escapaban de prisión con la complicidad de sus custodios, con lo que la extradición aseguraba que siguieran en prisión.
Pero actualmente, algunos observadores piensan que no conviene enviar a estos delincuentes a Estados Unidos porque a menudo los convierten en testigos protegidos para que aporten información y finalmente terminan purgando penas mucho menores a las que corresponderían.
El fiscal general de México (procurador), Jesús Murillo, dijo el martes que la extradición de Guzmán será analizada por las distintas instancias, pero opinó que no ocurrirá en breve.
«Por lo menos pronto, no creo que se dé», dijo en una entrevista radiofónica.
Murillo reveló que el lunes recibió una llamada de su homólogo estadounidense, el fiscal Eric Holder, quien le planteó la posibilidad de llevar a Guzmán a Estados Unidos, a lo cual él respondió que había que buscar lo más conveniente, incluso para el Gobierno norteamericano.
En uno de los más recientes casos de este tipo, Sandra «la Reina del Pacífico» Avila Beltrán, señalada como administradora del cártel de Sinaloa, pasó cinco años en México tras ser detenida en 2007, antes de ser extraditada a Estados Unidos, donde llegó a un acuerdo con la fiscalía para declararse culpable y redujo así su pena.
Avila fue devuelta a México en agosto del 2013, donde fue detenida otra vez por operaciones con recursos de procedencia ilícita.
«El Chapo» es considerado uno de los responsables de la ola de violencia que ha vivido México desde que a finales del 2006 el entonces presidente Felipe Calderón lanzó una campaña frontal contra los cárteles de la droga, que luchan entre sí por las lucrativas rutas del negocio hacia Estados Unidos.
Solamente entre 2008 y 2011 cerca de 10,000 personas murieron asesinadas en la fronteriza Ciudad Juárez, ubicada frente a El Paso, Texas, por las luchas entre el cártel de Sinaloa y el de Juárez, dirigido por Vicente Carrillo Fuentes.
MEXICO DF (Reuters)