La empresa Uber, que ofrece servicios de transporte público a través de teléfonos móviles, anunció hoy que continuará en Uruguay pese al hostigamiento de los taxistas locales, quienes intentaron bloquear el acceso a su sede en Montevideo.
«No nos vamos a dejar intimidar», sostuvo Uber en un comunicado tras la manifestación que afrontó este mediodía.
La empresa estadounidense recordó que se instaló en Montevideo hace dos meses «para aportar a la ciudad y a su gente una opción segura y confiable de movilidad, así como una oportunidad de generar ingresos adicionales para muchos montevideanos».
Destacaron que sus representantes siempre estuvieron «dispuestos al diálogo», aunque «hemos venido siendo el blanco de constantes hostigamientos y violaciones a los derechos de nuestros empleados, también ciudadanos uruguayos, por parte de un grupo organizado de taxistas«.
Estos «han dedicado más tiempo a perseguirnos que a intentar innovar para brindar el servicio de calidad que la gente merece en Uruguay«, indicó Uber.
No obstante, anunció que seguirán trabajando «para que cualquiera que necesite un Uber» pueda tenerlo en menos de cinco minutos, a la vez que agradeció a las autoridades que intervinieron cuando sus empleados fueron hostigados.
Por su parte, la Gremial del Taxi (propietarios) señalaron en un comunicado que descubrieron la «guarida» de Uber.
«Encontramos el lugar físico en el que desempeña la tarea delictiva la poderosa empresa americana Uber, quien cree que todo se lo puede llevar por delante, inclusive a los gobernantes de este país», señalaron los propietarios de taxis, quienes se movilizaron frente al edificio sede de Uber para intentar bloquear el tránsito con sus unidades.
La intendencia de Montevideo sancionó en diciembre pasado a varios conductores de taxis que trabajaban para Uber y les retiró las matrículas de los vehículos.
Las autoridades nacionales y departamentales estudian desde la irrupción de Uber, en noviembre pasado, la manera de regular este tipo de servicio que se brinda a usuarios a través de una aplicación en teléfonos celulares para su ubicación y cobro.
Los taxistas tradicionales alegan que Uber representa una competencia «desleal» para los sistemas de transporte reglamentados.