Un grupo de científicos canadienses está estudiando los sonidos de la actividad animal para pronosticar la sostenibilidad de largo plazo de las especies, lo que consideran como «escuchar el cambio climático», se indicó en un boletín de prensa emitido hoy por la Universidad de Alberta.
Un investigador de la universidad está manejando con éxito tecnología de bioacústica para grabar los paisajes sonoros de la flora y fauna en Alberta. Uno de los objetivos finales del proyecto es rastrear los efectos del cambio climático sobre la población animal.
«La tecnología ha modificado la forma en la que estudiamos la flora y fauna», dijo Erin Bayne, profesor asociado de ciencias biológicas de la Universidad de Alberta. «Si hay sonido, podemos contarlo. Esto nos está dando toda una nueva visión del comportamiento animal».
Bayne, junto con su equipo de estudiantes de posgrado, está trabajando con el Instituto de Monitoreo de Biodiversidad de Alberta en la nueva iniciativa.
«Antes, la gente básicamente salía a los bosques, buscaba animales, se quedaba ahí, los escuchaba, los contaba y luego se iba. Sólo obtenían una foto instantánea», dijo Bayne.
La unidad de bioacústica utiliza nuevas tecnologías para registrar de forma constante el paisaje sonoro durante meses. El grupo está trabajando para que las computadoras identifiquen de manera automática los sonidos de las especies y también está creando un depósito central de modo que los ciudadanos y científicos puedan ayudar a ingresar datos.
«Estas máquinas están ahí todo el tiempo. Estamos recibiendo datos de especies que en realidad nadie había monitoreado antes porque algunas de ellas cantan a las diez de la noche o a las dos de la mañana» cuando el observador de pájaros promedio no está necesariamente monitoreando, dijo Bayne.
Bayne señaló que «hemos encontrado cosas que nunca hubiéramos encontrado si sólo tuviéramos personas realizando la tarea».
Los esfuerzos de los los investigadores están ayudando a rastrear los efectos de largo plazo del cambio climático sobre las especies. «Uno de los pronósticos es que los animales migratorios no podrán seguir el ritmo de los cambios. Nunca hemos determinado realmente el momento exacto en el que estos animales regresan por la temporada».
Bayne señaló que esta nueva tecnología permitirá a una serie de estas maquinas rastrear desde Edmonton, capital de la provincia de Alberta, y por todo los Territorios del Noroeste, rastrear el momento exacto de la llegada de estas especies migratorias.
«Sabremos con exactitud cuándo llegarán las aves en un punto dado a lo largo de la trayectoria y podemos empezar a rastrear los cambios en su momento de llegada cada año».
Bayne y sus colaboradores también están utilizando la tecnología para determinar la localización exacta de los animales. «El sonido viaja a un ritmo fijo. Si ponemos tres de estas unidades de monitoreo y sabemos el momento exacto en el que el sonido fue registrado, podemos triangularlo y decir ‘el ave estuvo aquí'».
La industria utilizará la tecnología para vigilar sus evaluaciones de impacto ambiental. Junto con ABMI, Bayne está promoviendo esta nueva tecnología para que se convierta en el protocolo de monitoreo provincial estándar del oeste de Canadá.