Pruebas de ADN de restos hallados en Italia podrían revelar la identidad de la Gioconda

Estudiosos del arte italianos están un paso más cerca de identificar a quién pertenece la enigmática sonrisa de la Mona Lisa gracias al análisis de ADN de huesos que pueden pertenecer a la supuesta modelo de la pintura de Leonardo da Vinci.

Las pruebas de ADN se están realizando en las muestras de un esqueleto hallado en la localidad de Sant’Orsola, Italia, supuestamente pertenecientes a una mujer de la nobleza florentina llamada Lisa Gherardini, informa el diario ‘The Wall Street Journal’.

Para confirmar la identidad de los restos el historiador Silvano Vinceti comparará los resultados del análisis con el ADN de los huesos de algunos de los familiares confirmados de Gherardini. En caso de que se dé una coincidencia completa de ADN, Vinceti hará una reconstrucción en 3D de la cara de Gherardini utilizando el cráneo del esqueleto y algunos detalles de la pintura de Da Vinci.

Según los cálculos del historiador, los resultados finales de las pruebas deberían estar listos para mayo o junio de este año. «Si no la encontramos, los historiadores pueden seguir especulando sobre quién era realmente la modelo», dijo Vinceti.

La mayoría de los historiadores del arte creen que Lisa Gherardini, la esposa de un comerciante de seda florentino, posó para el cuadro de la Mona Lisa entre 1503 y 1506. Pero Leonardo da Vinci podría haber seguido trabajando en la pintura hasta el año 1517 y podría haber utilizado otros modelos para completarla.

En 2011 Vinceti provocó la irritación de la comunidad de historiadores del arte en Italia y en Francia, cuando anunció su hipótesis de que Da Vinci utilizó un modelo masculino en una determinada etapa del largo proceso de pintar el retrato.

El historiador confirmó entonces que su objetivo final es demostrar que el retrato está lleno de significados simbólicos ocultos que expresan creencias científicas, artísticas y filosóficas de Leonardo. Si la reconstrucción facial de los restos de Lisa Gherardini guarda poca semejanza con la pintura, esto podría confirmar la teoría de que Da Vinci utilizó a varios modelos para transmitir un mensaje aún no descifrado.