Renuncia diputado opositor en Brasil acusado de corrupción

El diputado Eduardo Azeredo del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), uno de los principales partidos políticos de oposición al gobierno de Dilma Rousseff, renunció hoy al cargo para enfrentar una acusación en su contra por presunta corrupción, informó la Cámara de Diputados.

La carta de renuncia fue entregada por el hijo del legislador, Renato Azeredo, al presidente del organismo, Henrique Alves, donde señaló: «Para qué sirve que yo alegue que no soy culpable. Lo que puedo es reafirmar que estoy listo para responder en cualquier foro a las acusaciones que se me hacen».

Agregó, «No voy, sin embargo, a sujetarme a la condena pública por ser un miembro de la Cámara de Diputados y estar sujeto a presiones políticas».

El pasado 7 de febrero, la Procuradoría General de la República pidió detener al diputado bajo la acusación de supuesto desvío de recursos pertenecientes a empresas estatales en Minas Gerais (sureste) para su campaña al gobierno del estado en 1998.

La entidad judicial solicitó una condena de 22 años de prisión por los supuestos delitos de peculato y lavado de dinero, de manera que el caso debe ser juzgado en los próximos meses por el Supremo Tribunal Federal (STF).

El caso, conocido como «Mensalao» (escándalo de corrupción), es considerado un antecedente del «Mensalao» del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), un esquema de compra de votos en el Congreso que provocó una crisis política en 2005.

Azeredo, de 65 años de edad, cuenta con una larga trayectoria política, en la que ha sido senador, diputado, gobernador de Minas Gerais y alcalde de su capital, Belo Horizonte.

Es un antiguo aliado de Aecio Neves, ex gobernador de Minas Gerais y actual candidato a la presidencia de Brasil por el PSDB para las elecciones del 5 de octubre próximo.

Según analistas, con su renuncia pretende evitar daños a la campaña de su aliado político, y también le podría permitir que el caso sea juzgado en primera instancia, puesto que Azeredo pierde el fuero, aunque la decisión debe ser tomada por el STF.

BRASILIA, (Xinhua)