Más de 450 trabajadores emigrantes indios han muerto en los dos últimos años y otros 400 ciudadanos de Nepal han perdido la vida en Catar trabajando para preparar el Estado del Golfo para la Copa del Mundo de 2022, según revelan estudios recientes.
Al menos 237 emigrantes indios murieron en Catar en 2012 y otros 218 en 2013, según informó la AFP este lunes, citando cifras recibidas tras la solicitud de información presentada en la embajada india en el Estado del Golfo. 20 emigrantes indios mueren cada mes de media en Catar. Agosto del año pasado fue el mes más mortífero de la historia, con 27 víctimas mortales entre los emigrantes indios. La embajada de la India no ha facilitado información sobre las causas de las muertes o el lugar donde se produjeron. También se negó a revelar la correspondencia entre la misión diplomática y el Gobierno indio con respecto al tratamiento de sus ciudadanos en el país del Golfo.
De acuerdo con las cifras que se revelarán oficialmente a finales de esta semana, 400 trabajadores nepaleses murieron en las obras de construcción desde que se inició en 2010 la preparación para la Copa del Mundo de 2022, informa el periódico ‘The Guardian’. El diario no precisó cuándo ocurrieron las muertes, pero afirmó que el Comité de Coordinación Pravasi Nepali, una organización de derechos humanos, que obtuvo estas cifras a través de fuentes oficiales de Doha, revelará más información en los próximos días.
Se estima que había 500.000 indios en Catar a finales de 2012, aproximadamente un 26% de la población del país del Golfo. Los trabajadores nepaleses, por su parte, constituyen cerca del 20% de la fuerza laboral migrante de Catar y el 16% de su población absoluta. El número total de muertes causadas por la preparación para el mundial podría ser mayor, ya que otros grupos de inmigrantes también están presentes en el país. En enero de 2012, los bengalíes, paquistaníes y ciudadanos de Sri Lanka en conjunto representaban el 14% de la población del emirato, de acuerdo con cifras del Departamento de Estado de EE.UU.
El 11 de febrero, Catar emitió directrices detalladas destinadas a proteger de la explotación a la comunidad de expatriados residentes en el país y a frenar las críticas internacionales intensificadas en materia de derechos humanos. Los activistas, sin embargo, creen que el número de muertos podría ascender a 4.000 para el momento en el que se dé inicio a la Copa del Mundo de 2022.
En julio pasado, Theo Zwanziger, miembro actual del comité ejecutivo de la FIFA, dijo que la decisión de llevar a cabo el evento en Catar fue un «error flagrante». En septiembre, las Naciones Unidas condenaron a Catar por no cumplir con una convención internacional que prohíbe el uso de los trabajos forzosos.