Perú abrió el viernes al público las puertas de un museo que conmemora a las miles de víctimas de la sangrienta violencia política ocurrida entre 1980 y 2000 que enfrentó principalmente a las fuerzas armadas y al grupo maoísta Sendero Luminoso.
La noche del jueves el museo llamado «Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social» se inauguró formalmente con la presencia del secretario general de la Organización de Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, el presidente Ollanta Humala y representantes de las embajadas de Alemania y Suecia, cuyos países aportaron dinero para la construcción de lugar que demoró cinco años.
Almagro dijo luego en su cuenta de Twitter «reconciliar el pasado con el presente para mirar al futuro sin odios ni rencores es fundamental para una sociedad democrática que pone los derechos humanos primero».
Humala, un retirado teniente coronel del ejército de 53 años que combatió en la década de 1990 a Sendero Luminoso en la Amazonía, afirmó que la ausencia estatal en zonas alejadas propició el desarrollo de esa agrupación y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
También se refirió a los prejuicios de muchos peruanos basados en el desconocimiento de lo que ocurría en Perú. «Algunos sectores de la sociedad creían, espero que ya no, que todo militar y policía en la zona de emergencia era violador de derechos humanos; como otra parte pensaba que todo comunero que vivía en las zonas en emergencia era terrorista», dijo.
A cien metros del Pacífico, el museo de tres pisos muestra mediante recortes de periódicos de la época, fotos, videos e infografías el horror que le tocó vivir en su mayoría a los campesinos pobres de los Andes y la Amazonía, aunque también de las barriadas de la capital.
Los tres temas ejes que se muestran son cómo empezó la violencia, cómo el estado enfrentó la violencia y luego cómo la sociedad civil mediante los comités de autodefensa se organizó para enfrentar a la violencia.
Una comisión de la verdad que estudió el conflicto armado interno entre las fuerzas de seguridad, Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y grupos de autodefensa campesina afirmó que el largo enfrentamiento dejó al menos 70 mil víctimas entre 1980 y 2000.